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Un
profesor de secundaria acompaña a sus alumnos a una feria de ciencias a
realizarse en la capital. Desde el momento de su llegada se convirtieron en el
centro de atracción ya que su proyecto consistía en un aeroplano construido por
sus propias manos con materiales reciclados, a escala real y supuestamente en
funcionamiento.
La
presentación del proyecto ocurriría en el segundo día de la feria por lo que el
primer día se la pasaron recorriendo la sala de exhibición viendo los
diferentes proyectos que allí se mostraban y demostraban.
En
el segundo día los alumnos se encontraban muy motivados y esperanzados ya que
el día anterior en su recorrida sintieron que los proyectos de los demás grupos
no eran lo suficientemente bueno como para competir con su avión.
Pasado
el mediodía los jueces se acercaron al aeroplano para ver la demostración de
dicho aparato que había sido sacado fuera para que pudiera volar. Para su
sorpresa notaron que el profesor estaba sentado a bordo para acompañar a sus
alumnos en el esperado vuelo.
Los
jueces admirados por la confianza del profesor en sus alumnos le comentan:
- Profesor, que bueno que
es ver la confianza que le tiene al trabajo realizado por sus alumnos.
Y el profesor con una sonrisa les responde:
-Por supuesto que tengo
confianza en el trabajo de mis alumnos, los conozco desde hace varios años y se
como trabaja cada uno de ellos y su capacidad para hacerlo en equipo, por lo
que estoy seguro que esta mierda no va a encender y mucho menos despegar del suelo.
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