Maarten De Jonge. |
La
suerte tiene dos caras: la mala suerte y la buena suerte. Mala suerte que tiene
Malasyan Airlines, que en el espacio de unos pocos meses perdió dos aviones,
tristemente con los pasajeros incluidos. El primero desapareció en mitad del
mar y el segundo fue derribado solo pocos meses después cuando sobre volaba el
conflictivo este de Ucrania.
Y
buena suerte es la que tuvo el ciclista holandés Maarten De Jonge que corre
para el equipo malayo Terengganu Cycling. Decidió cambiar de vuelo cuando
viajaba a Malasya por uno que no hiciera escalas y cambio su boleto
del vuelo MH370 que luego desapareciera en algún lugar del mar el 8 de marzo de 2014.
El y un pequeño puñado de personas que por algún motivo no subieron a ese avión
fueron muy afortunados ese día.
Meses
después y con el billete en la mano de la misma aerolínea malaya decide
cambiarlo por el de otra aerolínea que le ahorraría 300 euros. Ese vuelo era
el MH17 que terminaría siendo derribado sobre el cielo de Ucrania el 17 de julio de 2014, solo 4 meses después de la desaparición del MH370. Maarten con más
vidas que un gato y 300 euros extras continua con su carrera de ciclista
esperando su próximo vuelo.
La
perra vida le acerco a Kaylene Mann, una australiana, la otra cara de la moneda
al perder en el primer vuelo a su hermano y su cuñada y en el
segundo vuelo a su hijastra. Les dejo un enlace con la noticia ya que no tengo humor para escribir sobre esto.
Muchas gracias al blog por las recomendaciones que siempre nos dan, me parece bastante interesante que siempre tengan en cuenta nuestras opiniones, por ejemplo iré a un free tour san petersburgo y trataré de seguir todos los pasos.
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