Las
comodidades de la vida moderna las damos por descontadas, como que siempre han
existido y siempre existirán y realmente no es así, vivimos al borde del abismo
siempre a minutos de la edad de piedra. Solo necesitamos estar unas cuantas
horas sin electricidad o que el petróleo sobrepase los 200 dolares para hundirnos en la edad media.
Algo
tan sencillo como el papel higiénico puede transformarse en un tema de estado,
como sucedió en Venezuela hace unos meses. La historia de este invalorable
elemento es larga y tortuosa, no siempre a sido suave y al alcance de la mano
(o nunca te ha pasado estando sentado en el sillón blanco, que estiras la mano
para tomarlo y solo te encuentras con el gris, duro y frió cartón).
Antes
del papel higiénico como lo conocemos, se utilizaban hojas de maíz, telas,
lechuga, pasto, hojas de coco o pieles. Los antiguos griegos, padres de la
democracia y cuna de la civilización occidental, utilizaban piedras y arcilla,
no quiero imaginar lo que debería ser limpiarse con esos materiales.
Los
romanos dieron un salto tecnológico al utilizar esponjas atadas a un palo
mojadas en agua salada, los Inuit (Groenlandia y el Artico canadiense) tenían a
mano en verano musgo y en invierno nieve. La gente que vivía en la costa
utilizaba conchas de mar. ¿Se imaginan raspar y raspar hasta quedar limpios?
El
papel propiamente dicho fue inventado por los chinos (cuando no) hace muchos,
muchos siglos y eran unas hojas de unos 50 centímetros por 40 centímetros, en 1857 Joseph Gayetty comenzó a comercializar hojas de papel
humedecidas con aloe y lo promocionaba como papel medicinal con un precio
prohibitivo para la mayoría de la gente. En 1880 un par de hermanos, Clarence y Edward Scott tuvieron la idea de venderlos en rollos como los conocemos hoy en día,
la mayor dificultad que encontraron fue que ponerlos en los comercios a la
vista del público resultaba incomodo para la gente como vender condones en las
cajas de los supermercados hace 20 años.
Este
papel no era suave como hoy en día ya que en 1935 se comenzó a vender un papel
promocionado como “papel libre de astillas”, da miedo pensar en las caricias de
aquellos papeles primigenios. Durante la segunda guerra mundial el gobierno de
EEUU reconoció su importancia para el esfuerzo de la guerra con la frase: “su
heroico esfuerzo en el suministro a los soldados durante la II Guerra Mundial” en un
documento oficial y cuando durante la guerra del golfo los tanques de EEUU no
tenían un camuflaje acorde al desierto se los envolvió con papel higiénico para
protegerlos del enemigo hasta que estos pudieron ser pintados.
Hanebisho, el papel higiénico más caro del mundo. |
En la actualida el glorioso papel ha escapado de los
baños para ser utilizado en obras de arte y desfiles de moda. Cuando llegue el
fin del mundo no guarden agua y comida, hagan acopio de papel, mucho papel.
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