El
correo tiene miles de años de evolución e innovación en todas sus variantes y
el invento del sello o estampilla es solo una de ellas. Entre 1834 y 1837 el
correo británico es reformado desde sus cimientos y una de las innovaciones creadas
por Rowland Hill (uno de los impulsores de dicha reforma) fue el sello postal cuya finalidad era la de facilitar
el pago del servicio ya que los sistemas anteriores resultaban engorrosos y
poco eficientes para la era industrial.
Imagen. Monumento a "El niño chasque". |
La leyenda.
Cuenta
la leyenda que a Hill se le ocurrió esta idea en un viaje que realizó por
Escocia y estando en una posada mientras se calentaba cerca de una estufa llega
el cartero con una misiva para la propietaria del local. Ésta toma la carta, lee el remitente y la dirección para luego devolvérsela al cartero alegando que es demasiado
pobre como para pagar el monto del costo de la carta.
El
cartero la toma y cuando se está retirando Hill lo detiene para pagar la media
corona que era el monto del precio de la carta que al cambio actual no tengo ni
idea de cuanto sería, ya que sintió pena
por la pobre mujer que no se enteraría de lo que contenía el interior del
sobre.
La posadera recogió la carta y la dejó sobre una
mesa sin preocuparse por su contenido. Luego dirigiéndose al generoso huésped le dijo con mucha amabilidad:
“Señor, le agradezco de veras el detalle
que ha tenido de pagar el importe de la carta. Soy pobre, pero no tanto como para no poder pagar el coste de la misma,
no lo hice porque dentro no hay nada escrito, sólo la dirección. Mi familia
vive muy lejos de aquí y para saber que estamos bien nos escribimos cartas,
pero teniendo cuidado de que cada línea de la dirección esté escrita por
diferentes manos. Si aparece la letra de todos, significa que todos están bien.
Una vez que corroboramos la dirección de la carta la devolvemos al cartero
diciendo que no podemos pagarla y así tenemos noticias unos de otros sin que
nos cueste un penique”.
Luego de este suceso (supuestamente) es que se le ocurre a Hill la
idea del sello postal.
Não importa se é fato ou lenda... Porém, é genial.
ResponderEliminarverdade que não? É uma boa história para passar o tempo., graças Guimarães.
EliminarBien pudo ser realidad, o verdad, pero la leyenda es preciosa. Muy buen post Federico M. Abrazote.
ResponderEliminarGracias Egle. Verdad o leyenda, el encanto y lo divertido es el mismo. Saludos:)
Eliminar