La
historia es ésta: Hagan de cuenta que una tribu en lo recóndito de la selva
tiene estas dos figuras, a una la nombran Bouba y a la otra Kiki. La pregunta
es: ¿Cual figura es Bouba y cual Kiki?
La
mayoría de ustedes (más del 95%) decidieron que
Kiki es la figura de la izquierda y Bouba la de la derecha. Si es así
sigue leyendo, si no cierra el blog y sigue ojeando el diario.
Se
le conoce como el "efecto bouba-kiki" y fue descubierto
por el psicólogo Wolfgang Kohler en 1929 cuando realizaba experimentos en la
isla de Tenerife. Noto que cuando se le preguntaba a un número de personas
por separado (todas tenían de lengua materna a el español), la enorme mayoría asignaba el nombre Kiki a la figura de la
izquierda y Bouba a la de la derecha.
En
el año 2001 se repitió el experimento con hablantes de idioma Tamil e inglés
arrojando como resultado que más del 95% de las personas respondieron igual que
las de Tenerife 70 años antes. La conclusión que sacaron fue que el cerebro
humano toma propiedades de las formas y de los sonidos y las asocia, Bouba a la
figura redondeada y Kiki a la de forma puntiaguda. Incluso niños de poco más de
2 años relacionaban las formas de las figuras y los sonidos de las palabras de
la misma manera.
La
explicación, según los psicólogos sería que cuando pronunciamos Bouba
redondeamos la boca y el cerebro la relaciona con formas redondeadas. Y cuando
pronunciamos Kiki nuestros labios forman ángulos más acorde con la forma
puntiaguda.
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